Estuve la última semana de junio invitado a participar en un itinerario eco-gastronómico en la región italiana de Emilia Romagna. Habrá algunos textos e imágenes alusivos a esa experiencia, que discurrió en el triangulo marcado por Módena, Parma y Bolonia. Ahora me gustaría dejarles algunas notas para compartir el placer que ofrece viajar por lugares donde uno no se siente turista y puede cómodamente disfrutar de una vida nocturna donde la cultura y el aire libre se entremezclan a la perfección. Lo más destacable del caso, para aquellos que apreciamos el valor añadido que la agricultura y sus producciones obtiene cuando se une a la cultura, de la que nunca debió separarse, es el acierto con el que los programadores culturales italianos y los hacedores del marketing agroalimentario elaboran un mix con ambos ingredientes. Poesía, música, cine, vino, queso, frutas anudan en la bacanal que saluda alegre la llegada del verano. A continuación algunos ejemplos a resaltar y cuando puedan disfrutar o por qué no, plagiar allá donde vivan. Queserías con música clásica protagonizan I concerti della via lattea, en tanto que cine y vino intiman en las bodegas, Cinemadivino i grandi film se gustano in cantina. Bajo las estrellas no se resiste un partido de futbol –histórico-, ni el cine en escenarios monumentales como la Roca dei Bentivoglio, Films sotto le stelle 2008 en Bazzano , o la Piazza Maggiore de Bolonia, Sotto le stelle del cinema 2008.