La eclosión de blogs turísticos, hermana de la acontecida con otros instrumentos propios de las redes sociales como videocasts, postcads, etc., ha puesto en estos espacios de comunicación y a sus autores en el punto de mira de las empresas turísticas y de los gestores de destinos turísticos con objeto de contar de manera más o menos directa con su mediación a la hora de promocionar las actividades y servicios de unos y otros.
La efervescencia de este nuevo ámbito de comunicación de autoría individual o colectiva, pero rara vez profesional, levantó tanto entusiasmo como susceptibilidades más o menos interesadas. Así, las quejas reiteradas de profesionales de la comunicación especializados en turismo, choca con la falta de ética de gran parte de los mismos, que rara vez indican cuando los viajes, estancias u otros bienes que forman parte de sus visitas están financiados por empresas y destinos turísticos, algo que debiera ser de obligado cumplimiento ético. Lo que no cabe duda es que aquellos medios tradicionales o las mismas guías turísticas que no han sabido adaptarse a las nuevas tendencias, están pagando caro su inmovilismo o falta de reflejos. Valga el caso del diario The Guardian, promotor de una serie de guías escritas por los propios viajeros, Been There, frente a la crisis vivida por agentes tradicionales de la comunicación de viajes como la reconocida Lonely Planet, inmersa en una seria crisis tal como relata Jorge Gobbi en su Blog de Viajes. La mejor paradoja es que Blog de Viajes anda a la greña de ser uno de los ganadores del Lonely Planet Travel Blogger Awards en su modalidad de blogs en castellano. Personalmente ya le entregué mi voto, así que les animo a hacerlo, sin olvidarme de recomendar otro de los blogs nominados, MyKugelhopf.ch, de Kerrin Rousset.
Si la renombrada campaña de Queensland – The best job in the world– está rompiendo con todos los esquemas, Tourisme Montreal acaba de anunciar otra iniciativa innovadora al contratar durante los próximos diez meses a un grupo de experimentados bloggers, capaces de actuar durante ese tiempo como embajadores de la ciudad por medio de sus posts, videos, y asistencia personalizada a turistas a través de su propio teléfono móvil, interviniendo activamente en las plataformas sociales como Facebook, Twitter o Youtube. Una apuesta de la que aún desconociendo su cuantía económica, se aventura más reducida que la costosa campaña del año 2008, valorada en 1,5 millones $, que incluyó un sitio web que fue muy criticado por su cara poco amable.
Hasta este modesto blog, OLEOPOLIS, incluyó unos enlaces patrocinados en unos recientes posts, con entera libertad en el encargo del contenido de los textos por parte del cliente, sólo condicionando la existencia de un número de enlaces hacia las empresas o destinos interesados. ¿Se percató alguien de ello? ¿Nos haremos ricos sin parecerlo?
Una última curiosidad que hermana la estrategia 2.0 de destinos como Australia y Montreal es el interés con el que ambos están dirigiéndose al público de gays y lesbianas, señal inequívoca de la confirmación de éste como un segmento cada vez más relevante entre los grupos de viajeros.